Congreso Flamenco – Antonio ‘El Chaqueta’ 2018

1. Impreso de inscripción

2. Objetivos

3. Primer Jornada – Jueves 15 de Noviembre

a. Recital de Cante – 15 de Noviembre

4. Segunda Jornada – Viernes 16 de Noviembre

b. Exposición de pintura – 16 de Noviembre

5. Tercera Jornada – Sábado 17 de Noviembre

6. Festival Flamenco – 17 de Noviembre

7. Ponentes y artistas

8. Organizadores

9. Colaboradores

El flamenco es una forma de expresión de la cultura española, genuina y arraigada en Andalucía, que se manifiesta principalmente por una manera peculiar de cantar, bailar y tocar la guitarra, reconociéndosele entidad de arte específico. En definitiva: el arte flamenco se conoce por la fuerza expresiva de sus sentimientos y de su profundidad vital, tal y como se concibe en sus comienzos.
En el año 2010 el flamenco fue reconocido por la UNESCO. La organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y la Cultura, dio el sí al arte jondo y lo incluyó en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Se puede afirmar, sin ningún complejo, que la principal cultura musical de Andalucía es el flamenco. Aun siendo conocedores que nuestra cultura musical es escuchada y respetada por todo el mundo, tenemos que reconocer que en nuestra tierra aún queda mucho camino por recorrer en lo didáctico, para acercar nuestro arte a ese grupo de andaluces que ignoran lo más básico de nuestras raíces flamencas.

Son numerosos los pueblos andaluces que hacen, desde sus Peñas Flamencas, una importante labor didáctica. La Línea de la Concepción es uno de esos pueblos que fomenta y acerca el Arte Jondo a los ciudadanos. Lo hizo en un lejano pasado de esplendor económico de la ciudad y lo viene haciendo desde hace más de treinta y siete años, dentro de sus posibilidades, humanas, económicas y técnicas, la Peña Flamenca Cultural Linense.

El flamenco en este rincón andaluz era una actividad tan cotidiana que quizás no necesitara, con anterioridad al nacimiento de la Peña Flamenca, una entidad que fuera el eje central del Flamenco. La Línea de la Concepción, desde su fundación como ciudad, fue una de las referencias más importante del flamenco y de la copla de nuestra Andalucía.

Esta ciudad es singular, por ser fronteriza y por su situación geográfica. Durante un amplio periodo del pasado siglo fue un municipio importante para que el arte flamenco permaneciera con vida y sus profesionales pudieran ganar justos salarios por sus actuaciones. Podemos asegurar que, sin la existencia de esta ciudad, el arte flamenco hubiera perdido numerosos artistas que pasaron a ser famosos. La Línea de la Concepción les entregó respeto, escenarios para que expusieran su arte y sustento para que no abandonaran sus esperanzas de vivir del flamenco.

En su casco histórico existieron numerosos lugares donde el arte flamenco era expuesto por aficionados y destacados profesionales, siendo trampolín de difusión a lugares de los cinco continentes. Por ser ciudad de frontera, transitaban cada año miles de ciudadanos que llegaban buscando esparcimientos y se encontraban con amplio abanico de espectáculos y lugares de diversión que ofrecían el cante, el baile o la guitarra flamenca. Estos ciudadanos procedentes de cualquier rincón del planeta tierra, tuvieron la oportunidad de conocer por primera vez la cultura flamenca. Este hecho histórico aún no ha sido reconocido por los estamentos oficiales del flamenco, a pesar de que existe suficiente documentación que lo demuestra.

Era una forma de vivir el flamenco. Recordemos el fantástico escaparate que ofrecía esta ciudad cada día; hay que saber que existían más de ocho cabarets y numerosos teatros donde su principal actividad musical era el flamenco. También la ciudad contaba con bares y cafeterías en los que el flamenco fue referencia. En ellos solían parar destacados aficionados y profesionales que esperaban ser “contratados” para cubrir todo tipo de eventos o fiestas privadas; y a diferencia, casi con el resto de Andalucía, para formalizar una reunión flamenca bastaba un bar y aunque ya en muchos de ellos, por orden gubernativa de las autoridades de los tiempos, rezaba el famoso cartelito “Se prohíbe el cante”; en muchos de ellos se cantaba y punto.

Entre los cantaores que más se recuerda de esa época flamenca de la ciudad destacan: Chato Méndez, Antonio El Chaqueta, Brillantina, Corruco, Salvador El Pantalón, Tomás el Chaqueta, Imperio de Granada, Dominguillo, José El Chaleco, Juan Mesa, Ricardo Vélez, Juan Montoya, Diego Montoya, La Gitana de Bronce, El Sheriff, El Mono, Miguel Comprende, Antonio Mejías, Manuel Montoya, La Paca, Manolo Blanco, Tío Frasco, El Terry, Rafael Pareja, Tío Fideito… Estos artistas eran contratados también en Gibraltar, poniendo de manifiesto que la frontera entre esta población y La Línea se diluía, si tomamos como referencia al espectáculo flamenco.

A raíz del cierre de la frontera en 1969, la ciudad comienza a vivir una nueva época en lo laboral, social y económico. Se cierran, por falta de público, numerosos locales y comienzan a marchar, para buscar sus salarios, a otras tierras; de esta forma La Línea, pierde a los profesionales del flamenco que aquí se habían marcado su lugar de residencia.

Con el cambio de ciclo, se centra las actividades flamencas en el montaje de festivales y “colmados” de nueva creación, donde al turismo local, aficionados procedentes de las provincias de Cádiz, Málaga, Sevilla y una buena parte del turismo de la Costa del Sol, encontraban en esta ciudad la cultura flamenca. Estos nuevos caminos de negocios tuvieron que competir con los centros turísticos flamenco abierto en la Costa del Sol.

Entre las nuevas maquetas de espectáculos flamencos, desde 1972 hasta 1981, destacaba el festival de verano organizado por el aficionado y empresario linense Fernando “Camborio”. Por este festival pasaron los cantaores, bailaores y guitarristas más destacados de aquellos años: Camarón de la Isla, Fosforito, Juanito Villar, Turronero, Bambino, Pansequito, La Susy, El Cabrero, La Familia Montoya, El Pinto, Manuela Carrasco, David Morales, Cepero, Juan Montoya, Enrique de Melchor, Quino Román…

Superados los años ochenta, del pasado siglo, La Línea de la Concepción, cambió radicalmente. Los aficionados al flamenco linense se agruparon en círculos reducidos en los que comenzaron a celebrar tertulias y audiciones de cantes, sustentadas por los cantaores de la localidad. La Peña Flamenca Cultural Linense, consciente de la cultura andaluza, fue fundada el día 04 de abril de 1981 con el objetivo fundamental de promover y promocionar el flamenco en sus raíces más profundas. Esta Entidad Flamenca ha venido realizando toda clase de actividades encaminadas a difundir el flamenco entre los linenses, aportando el esfuerzo sincero y altruista de muchos hombres y mujeres de nuestra tierra, convencidos de que no sólo potenciábamos una cultura sino que, a la vez, potenciaban nuestro pueblo.