Congreso Flamenco – Antonio ‘El Chaqueta’ 2025


1. Impreso de inscripción

2. Objetivos

3. Comité de Honor y Organizador

4. Primera Jornada – Jueves 06 de Noviembre

a. Aula de Flamenco – Jueves 06 de Noviembre

b. Exposición de pintura – Jueves 06 de Noviembre

5. Segunda Jornada – Viernes 07 de Noviembre

a. Conferencia Ilustrada – Viernes 07 de Noviembre

6. Tercera Jornada – Sábado 08 de Noviembre

b. Recital Flamenco – Sábado 08 de Noviembre

7. Organizadores

8. Colaboradores

La posición de la mujer a lo largo de la historia ha estado subordinada a la del hombre, así
como a los roles culturales que históricamente se les asignaban: criar a sus hijos, el
cuidado del hogar, el cuidado de los mayores, o atender a su marido, entre otras muchas.
Durante una extensa etapa, a las mujeres se les restringió la posibilidad de expresar sus
opiniones y pensamientos, así como la búsqueda de su propio crecimiento personal y
profesional. Esta situación de subordinación se ha dado en todos los ámbitos de la vida
social y en todos los estratos jerárquicos de la sociedad.
A pesar de lo que se ha avanzado, la brecha de género todavía existe y aquí, en el Campo
de Gibraltar, de media una mujer tiene que trabajar 99 días más que un hombre para
ganar lo mismo. El desempleo se ceba con ellas, ya que suponen dos tercios de las
personas paradas en la comarca.
Ha tenido que transcurrir mucho tiempo para que la mujer tenga derecho a expresar su
opinión y pensamiento propio, así como a su desarrollo personal y profesional, inviable
hasta hace muy poco.
A lo largo de la historia del flamenco, la mujer ha desempeñado un papel fundamental en
este arte, tanto en su desarrollo como en su expresión artística. A pesar de los obstáculos y
la discriminación a la que se han enfrentado, muchas mujeres han logrado hacer
importantes contribuciones y han dejado una huella indeleble en el mundo del flamenco.
El flamenco es una forma de expresión que refleja emociones profundas, y las mujeres han
sabido transmitir esas emociones con su voz y su baile. Bailaoras como Carmen Amaya y
cantaoras como La Niña de los Peines han dejado un testimonio imborrable en la historia
del flamenco.
Hoy en día, las mujeres siguen siendo una fuerza importante en el mundo del flamenco,
ganando cada vez más reconocimiento y oportunidades para mostrar su arte y hacer su
propia contribución, aportando sus vivencias, su diversidad y sus matices. Con su trabajo y
su talento, ellas están llevando el flamenco a nuevos horizontes y manteniendo viva la
llama de una tradición que ha resistido el paso del tiempo.
Centrándonos en la mujer y el flamenco, esto no ha sido diferente. Además, no podemos
dejar a un lado la figura de la mujer gitana, grupo social que, durante siglos, ha preservado
y desarrollado el flamenco como una parte cultural de su día a día.
Por tanto, a la situación generalizada socialmente en la participación de la mujer en la vida
pública, había que añadir unos valores propios del pueblo gitano, muy ligados a la familia y
a la intimidad.
La participación de la mujer en el flamenco se limitaba al ámbito privado y doméstico, a
eventos organizados en entornos familiares. Además, una vez casadas, esta privacidad se
veía fuertemente influenciada por el hecho de estar mal visto que la mujer se dedicase al
flamenco como oficio. En muchos casos, ni se les permitía, y en otros, ni siquiera ellas eran
conscientes de que podían tener una carrera, o pensaban que ellas no lo merecían.
Actualmente esta situación ha cambiado mucho, aunque quedan peldaños por subir para las mujeres. Afortunadamente, el flamenco cuenta con numerosas y grandes artistas, con carreras impecables, y su contribución ha enriquecido este arte, haciéndolo aún más vibrante y aignificativo.